La Dirección General de Interior del Gobierno de Navarra ha sancionado con la suspensión de 15 días de empleo y sueldo a un policía foral de la División de Tráfico por una escasa "actividad denunciadora". La infracción disciplinaria grave se fundamenta en el supuesto bajo rendimiento del agente por no alcanzar el "standard" de multas tramitadas por el resto de compañeros.
El expediente, que se encuentra recurrido en vía administrativa, está basado en un análisis comparativo de los resultados obtenidos por los agentes adscritos a la División de Tráfico de la Policía Foral entre el primer trimestre de 2007 y el primer trimestre de 2008. Según ese estudio, la tasa de denuncias del agente sancionado es la más baja de la División, sin llegar a las 20 multas por cada 100 jornadas de trabajo, y por debajo de la media de los demás policías.
En el dictamen, firmado por el director general de Interior, también se hace referencia a la evolución denunciadora del agente entre los años 2001 y 2006, para concluir igualmente que dejó de cumplir con la obligación de denunciar las infracciones viales observadas, uno de los pilares sobre los que se fundamentaría el control y la reducción de la siniestralidad vial, según Interior.
La Comisión de Personal de la Policía Foral, compuestas por los sindicatos SPF, CCOO, ELA, APF, AFAPNA y UGT, consideró ayer un "despropósito inaceptable" esta sanción impuesta por la Dirección General de Interior y criticaron con dureza "los nuevos rumbos que al parecer, quieren implantar desde el Gobierno de Navarra valorando exclusivamente el trabajo policial por el número de denuncias, desdeñando otros factores fundamentales para el control del tráfico como la prevención e información".
En un comunicado, la representación sindical de la Policía Foral señaló que "la corrección de las infracciones en materia de tráfico no sólo se combate con sanciones pecuniarias y retirada de los puntos sino, también, con la información y reeducación en la seguridad vial de los conductores, factores éstos en los que pueden y deben incidir los agentes encargados de la vigilancia del tráfico, puesto que el objetivo último debe ser la falta de siniestralidad vial".
Se trata de la primera ocasión en que la Dirección General de Interior corrige disciplinariamente a un policía foral por considerar, como insuficientes, las denuncias realizadas, como "si se hubiere establecido un número determinado de sanciones por policía y tiempo ni se hayan tenido en cuenta las circunstancias del caso concreto".
La Comisión de Personal de la Policía Foral también denunció el "incremento paulatino en el hostigamiento por parte de la Consejería de Interior hacia la Policía Foral para que su trabajo sea medido exclusivamente por la estadística pura y dura" y criticó, asimismo, "el progresivo abandono que sufre la División de Tráfico de la Policía Foral, lo que provoca inquietud, desasosiego y desmotivación en los integrantes de los grupos dedicados a la seguridad vial". Por ello, instó a la Jefatura de la Policía Foral y a la Dirección General de Interior a abordar la situación planteada "con un mínimo de racionalidad y deje en suspenso esta sanción".
El Ministerio de Interior continúa con sus absurdas acusaciones contra los trabajadores. Los policias autónomos, y en concreto la División de Seguridad Vial, se juegan la vida cada día en la carretera, y el Ministerio del Interior, en su afán de reducir las competencias de este cuerpo autonómico, busca la manera de "ejercer presión" sobre la Policía Foral.
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