Una muerte cobarde para el noble toro

MSR-INFO / WOLF

Del 13 al 17 de septiembre, la localidad pacense de Fuente del Maestre celebra sus Fiestas Patronales en Honor al Cristo de las Misericordias, unas fiestas que tienen como principales escenarios las calles y plazas más emblemáticas del entorno monumental del municipio, y en las que el maltrato y muerte de toros es habitual, tal y como sucede en numerosos pueblos de España. Se da además el agravante de que participan bajo los efectos del alcohol u otras drogas. 

Uno de los espectáculos más tradicionales es la Vaquilla del Aguardiente, llamada así porque se reparten rosquillas y aguardiente entre los vecinos de la localidad antes de empezar el encierro que termina invariablemente con la muerte del animal. El toro muere desangrado en medio de las calles de la localidad ante la atónita mirada de niños pequeños, algunos de los cuales, tienen que ir todavía en brazos de sus padres por su corta edad.

Manifestamos nuestro rechazo a las diferentes actividades en las que se maltrata a los animales que se incluyen dentro de las fiestas promovidas por los Ayuntamientos de muchas localidades españolas y pedimos que se siga el ejemplo de localidades que las van suprimiendo. 

Todas estas actividades tienen en común el uso de animales, especialmente toros y vaquillas que sufren distintos tipos de maltratos, en muchas de estas actividades se da además el agravante de las personas que participan estando bajo los efectos del alcohol u otras drogas con lo que presentan conductas aún más agresivas o peligrosas de lo habitual.

Estos actos tan violentos y lamentables no los deberían de ver nadie, pero especialmente los niños, pues sus mentes no están preparadas para ver estas carnicerías sangrientas, a corto plazo pueden tener tremendas pesadillas, e incluso en el futuro problemas psicológicos. "Yo aún no le he explicado a mi hijo que los potitos de ternera que come vienen de estos bonitos animales. ¡Menuda depresión le va a dar!"

A todos esos defensores de "las tradiciones":

Ya puestos, podríamos y deberíamos recuperar tradiciones mucho más antiguas, como la lucha de gladiadores, o mejor aún, echar cristianos a los leones, para diversión del populacho. Tradiciones muchísimo más antiguas y según tengo entendido ¡¡¡siempre llenaban el aforo!!!