miércoles, 24 de septiembre de 2008

Según la Junta de Castilla y León, 100 lobos deben morir esta temporada

El economista.es / MSR-INFO

La Junta de Castilla y León convocó, el pasado viernes, la primera reunión del comité técnico de seguimiento del Plan de Conservación y Gestión del lobo en Castilla y León, en la que se abordaba el análisis del informe sobre la situación de la especie y las propuestas de cupo de caza para esta temporada.

Irregularidades en la convocatoria

Sin embargo y tal y como denuncian en un comunicado a la prensa, las organizaciones conservacionistas integrantes de dicho comité, ASCEL y WWF/Adena, no fueron informadas ni en tiempo ni en forma de dicha reunión, por lo que no pudieron asistir. Pese a que los dos grupos remitieron sendas solicitudes por escrito para suspender la reunión, ésta se llevó a cabo. Las asociaciones, habiendo sido vulnerado sus derechos, están llevando ya a cabo las medidas oportunas para impugnar los resultados de esta reunión.

Para los grupos conservacionistas resulta inadmisible que, tras cuatro años de elaboración del plan y cinco meses después de la aprobación del documento, se haya convocado esta reunión de forma absolutamente precipitada, sin margen de tiempo para garantizar su asistencia y sin enviar previamente la documentación necesaria. Así mientras uno de los representantes recibía una carta tan sólo el día antes, en el otro caso la convocatoria llegaba cuando la reunión ya estaba celebrándose.

Es también importante destacar que no se ha remitido documentación alguna, más allá de la convocatoria de la reunión y una copia de la Resolución, con los cupos de lobos a abatir en cada zona, ya redactada y a falta de incluir la fecha de su publicación. Esto pone de manifiesto el claro interés de la Junta en la inmediata aprobación de estos cupos, más allá de ninguna otra consideración, sin introducir ninguna modificación de ningún tipo y por lo tanto sin ninguna participación pública.

Matar 100 lobos

Para los grupos conservacionistas no se puede tratar un tema tan delicado y complejo para la sociedad castellano leonesa y plantear la eliminación de entre el 10 y el 30% de la población de lobos, con tanta ligereza y precipitación. Esta falta de participación pública supone poner en entredicho la credibilidad del plan de gestión y conservación del lobo desde el inicio de su aplicación.

Por todo ello para los grupos conservacionistas solicitan a la Junta de Castilla y León, que anule los resultados de la reunión, que remita a todos los integrantes de dicho comité toda la información oportuna y que vuelva a convocar esta reunión en tiempo y forma, de manera que dicho comité pueda ejercer sus funciones con la seriedad y rigor necesarios.

El lobo, imprescindible para el equilibrio

Gedemol, un grupo ecologista de la montaña leonesa ha publicado un informe en el que revela la necesidad de proteger al lobo para salvaguardar el ecosistema de la provincia. El número excesivo de ciervos o jabalíes, puede estar contribuyendo a la extinción de especies de aves protegidas como el urogallo y la perdiz pardilla, por lo que la labor del lobo es necesaria para mantener el estado del ecosistema.

En el informe de Gedemol se indica que, según los censos realizados por Asesores en Recursos Naturales SL (Arena) para el Parque Nacional de Picos de Europa durante los años 2004, 2005 y 2006, hubo unas densidades medias de venados que van de 9,4 a 16,2 individuos por kilómetro cuadrado, según los municipios.

El grupo apunta que el lobo es un elemento clave para evitar la expansión incontrolada de los ungulados silvestres, contribuyendo al funcionamiento natural del ecosistema de estas montañas, y paliando la crítica situación del urogallo cantábrico y la perdiz.

Este grupo afirma que los daños causados por el lobo ibérico en la zona de Riaño suponen un coste medio anual para la Junta de Castilla y León de 13.801 euros por año en el período 2003-2007, mientras que las indemnizaciones pagadas los ciervos y jabalíes alcanzan una media anual de 122.177 euros en el mismo periodo.

¿Caza salvaje o regulación natural del ecosistema?¿Persecución del lobo o protección de las especies autóctonas? Nosotros lo tenemos claro: ¡Dejad en paz al lobo ibérico!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por cada lobo que muere, algo de nuestra esencia como pueblo muere, ¿a quién le importa?

Sólo quien es capaz de comprender su puesto en su entorno, es capaz de defender su identidad diferenciada, como pueblo vivo en su sano hábitat.

Somos Hombres de Europa. Nuestro devenir como pueblo está ligado a la supervivencia del pueblo de los lobos, en virtud de un antiguo pacto entre ambos pueblos.