Hace no mucho salió un anuncio de coches en el que se decía que los hombres deberíamos nacer ya maduros e ir rejuveneciendo con el tiempo. En este escenario vital el aborto cobraría un nuevo significado, no abortaríamos bebés, sino mangantes, no echaríamos por el retrete a inocentes, sino a corruptos sin escrúpulos. En definitiva, las clínicas abortistas no serían sino instituciones declaradas de utilidad pública. Este es el sentido que en Alfonso X le hemos querido dar a nuestra particular oposición al genocidio de niños españoles, cuya apología o negación no se haya efusivamente perseguida y penada, como sí ocurre en otro caso que todos conocemos.
Asociación Alfonso X
Asociación Alfonso X
No hay comentarios:
Publicar un comentario