domingo, 30 de noviembre de 2008

Blackwater


Mucho antes de que se tradujese al castellano el principal libro sobre compañia o de que se hablase de ella en la televisión del sistema, Krisis21 ya había publicado un artículo sobre los mercenarios de BLACKWATER, concretamente en el primer número. Reproducimos el texto a continuación por su interés:

Los mercenarios ya no son aquellas figuras románticas de las novelas de Jean Larteguy o Frederick Forsithe... las modernas corporaciones han sustituido a personajes como Schrame o Denard. El capitalismo en estado puro ha logrado corromper incluso los códigos de honor de los viejo condottieros...

Blackwater es el principal contratista de mercenarios a nivel mundial. Desde unos orígenes que nunca fueron humildes, su fundador, Erik Prince, era heredero de una fortuna estimada en 500 millones de dólares, ha llegado a ser una de las corporaciones con mayores contactos políticos dentro de las administraciones republicanas de los EE.UU., es uno de los grupos que más tropas ha desplegado en Irak, hasta el extremo que se habla, medio en serio, medio en broma, de Blackwater como del quinto elemento de las fuerzas armadas de los EE.UU.: ejército, marina, fuerza aerea, marines y Blackwater.

El libro de Jeremy Scahill cuenta la historia de como ha llegado a crearse tan inusual situación y comienza a situar a su fundador en su contexto familiar, social y político. Erik Prince nació en una familia de millonarios calvinistas conservadores, ligados desde hace ya varias generaciones a las políticas de la derecha cristiana y del partido republicano, responsables en parte de que ambas políticas se hayan superpuesto desde la era Reagan. Erik convertido al catolicismo ha canviado de Iglesia pero no de ideología y pasó de ser un calvinista conservador a ser un católico conservador. Erik Prince en el momento de heredar su fortuna era oficial de los SEALS, una fuerza de asalto particularmente bien entrenada, y probablemente uno de los hombres más ricos que jamás se haya alistado en cualquier ejército moderno, pero de alquiler, para unidades como aquella en que había servido, que fue empleado primero por el ejército norteamericano y después por distintos departamentos de policía. El tiroteo en el colegio público de Columbine, que dio lugar al film de Bowling por Columbine, le hizo construir la reproducción de un High School típico para entrenar a la policía, y la guerra contra el terrorismo que precedió incluso al 11 de septiembre, le facilitó contratos oficiales para suplir y complementar al ejército y las agencias federales norteamericanas en la protección de edificios en instalaciones oficiales. Después de haber sido crítico con el primero, su coincidencia política con el segundo de los presidentes Bush, con el que está de acuerdo tanto en el tono religioso dado el conflicto con Irak como en sus políticas de libre empresa, y unas políticas que han llevado al presidente a dar contratos a empresarios civiles en el terreno de la defensa nacional en plena guerra, han hecho de Blackwater uno de los grandes protagonistas semiocultos de la guerra de Irak. Sin embargo Blackwater no siempre ha estado en la sombra y los cuatro "contratistas civiles" cuya muerte causó las represalias sobre la ciudad irakí de Fallujah eran en realidad mercenarios de Blackwater. Este incidente, importante para el desarrollo posterior de toda la campaña de Irak es relatado en detalle.

La historia de Blackwater es no sólo la de una compañía de seguridad sino también la historia política reciente de los EE.UU. y del ascenso electoral de los fundamentalistas religiosos y de la administración norteamericana de Irak, lo es incluso de los incidentes que siguieron al huracán Kathrina en Nueva Orleans hace dos años, donde personal de Blackwater fue empleado como policía auxiliar desde los primeros días.

El libro está construido no sólo a través de trabajo de archivo sino también de entrevistas. Un largo capítulo es de especial interés para el público de lengua castellana, el de la contratación de mercenarios en Chile, ya que aparentemente los llamados "pingüinos" - son bajitos, oscuros y vienen del ártico- son muy respetados por su profesionalismo. En otro, también de interés para los lectores hispanos, se describe la épica batalla librada por soldados salvadoreños y mercenarios de Blackwater contra una fuerza superior de milicianos sunnies (aunque, si creemos a otras fuentes, también citadas en el libro, podría tratarse de una gran matanza de civiles). De diversas maneras, este libro conecta con otros sobre los errores y horrores en la administración de Irak ocupado tanto por los gobernantes norteamericanos, como por las compañías subcontratadas para ayudar a la reconstrucción - Hally-Burton y otreas- ya descritos en libros como Irak Inc. Da una imagen distinta del desarrollo de la guerra de Irak, la política interna norteamericana... narra varias batallas como si fuera una novela, da rostros humanos a las víctimas de Fallujah - y no sólo a los norteamericanos- y aborda un tema que se creía superado pero ha reaparecido en varias guerras recientes, posteriores a la caída del bloque soviético, el retorno de los mercenarios al campo de batalla. Se da el caso de Blackwater en Irak, Afganistán, o incluso, dentro de los mismos EE.UU., pero también el de los mercenarios cosacos enfrentados a los nacionalistas rumanos en la República moldava o ayudando a los servicios en los Balcanes. Una vez aceptado, y legitimado por su servicio a una gran nación, el concepto de un ejército privado ¿qué impide que su próximo contratante no sea un Estado sino una corporación? Blackwater alardea hoy de poder controlar, sino un país, si por lo menos una gran ciudad o incluso una región. ¿Quién los contratará después de los EE.UU.? ¿Una petrolera que deba defender sus pozos en Angola? ¿Una empresa cafetelera harta de lidiar con los sindicatos de países tercermundistas? Dentro de la privatización de la vida pública a que están asistiendo los EE.UU. no es una idea del todo imposible que la próxima invasión que llegue del Norte no sea la de un ejército nacional sino la de un ejército privado.

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