rociomendoza@ideal.es / MSR-INFO / José Chica
El juez de Paz de la localidad de Alhendín hace poco honor a la palabra que nombra su cargo. Ha sido condenado por un juez de Santa Fe a pagar una multa económica por enfrascarse en un altercado, amenazas incluidas, con dos policías locales del pueblo. Su moto, sin documentación y con una matrícula pintada a mano, le fue requisada durante un control de rutina. Esto desató la furia del juez de Paz, que no entendía cómo los agentes se atrevieron a aplicar la norma vigente a una autoridad como la que él representaba. El apartado de «hechos probados» de la sentencia recoge una frase que ilustra a la perfección esta actitud: «Como juez de Paz del pueblo puedo ir con la moto por todos los sitios esté o no en regla», dijo a los policías que lo denunciaron.
La condena impuesta es del pago de 250 euros por una falta de altercado del orden público.
Los hechos por los que ahora ha sido condenado el juez de Paz, Antonio Gálvez Jiménez, se remontan al pasado 29 de julio de 2008, cuando éste circulaba en un ciclomotor sin utilizar el casco reglamentario. Una pareja de agentes que controlaba el tráfico en la plaza Santo Cristo de la localidad le dio el alto.
Cuando los agentes se aproximaron al ciclomotor, vieron que tampoco tenía placa de matrícula. Llevaba una pintada a mano. Por ello, solicitaron al conductor el permiso de conducir, el de circulación, etc. Así vieron que la moto «no tenía ningún tipo de documentación». Cuando los agentes se dispusieron a denunciarlo y a requisarle la moto, el juez de Paz reaccionó de la citada manera, al tiempo que gritaba a los agentes frases del tipo: «Quién os habéis creído que sois», «no sabéis lo que estáis haciendo» o «te voy a hundir».
Ante la actitud, los policías locales pidieron ayuda a la Guardia Civil , cuyos agentes corroboraron la situación de absoluta ilegalidad en la que se encontraba la moto. Eso sí, tuvo que trascurrir una hora antes de que fuese convencido de que no podía volver a utilizar la moto. Antes de abandonar el lugar, gritó a uno de los agentes en tono amenazante: «ya te cogeré sin uniforme, la vida da muchas vueltas, te vas a enterar».
El juez negó durante el juicio que circulara sin caso ni que amenazara al agente. Eso sí, reconoció que tuvo un «enfrentamiento verbal» con los policías porque él consideraba que estos habían cometido «una falta de respeto a la autoridad judicial».
Esta versión contrasta con la del agente, al que el juez otorga toda la credibilidad sobre lo ocurrido aquel día. «Su versión resulta firme e inalterada a lo largo del procedimiento y especialmente durante el juicio», versa la sentencia del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Santa Fe, que aún no es firme y puede ser recurrida.
De igual modo destaca la resolución judicial la coincidencia del agente con las palabras de su compañero, también testigo de los hechos. Por ello, concluye que el juez es culpable de la citada falta «al no existir dato alguno que nos permita dudar de la íntegra veracidad del testimonio policial».
Esta gentuza (políticos, jueces, funcionarios de alto rango, etc.) aún continúan creyendo que esta por encima de la Ley. No hay nada más sonrojante que tener representantes de las llamadas "fuerzas vivas" con semejante catadura moral. Para colmo, no falta la clásica frasecita de "usted no sabe quién soy yo", tan típica de semejantes individuos, avergüenza más al ciudadano de a pie. Tengo amigos en la Guardia Civil , y me han contado casos verdaderamente escalofriantes con relación a la actitud altiva y chulesca de ciertos "elementos" que dicen trabajar por el contribuyente, cuando con actitudes como la este juez no demuestran ser más que chusma inmoral y carente del más mínimo escrúpulo. Triste pero cierto.
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