A la mafia bancaria, ni agua

SNC MSR

La corrupta clase política que nos dirige ha encontrado la solución a la crisis: ayudar a los que la han creado. Mientras los trabajadores aguantamos el chaparrón, los banqueros reciben sumas millonarias de los estados,  convertidos hoy en meros apéndices de la banca internacional para desgracia de los europeos.

El “juego de la burbuja” ha estallado en las narices de los dueños del mundo, pero una vez más están logrando mantenerse a flote a nuestra costa. Además de chuparnos la sangre con sus abusivos intereses, ahora reciben ingentes cantidades de dinero de nuestros gobiernos, dinero que es nuestro y que los políticos están “regalando” a nuestros verdugos.

Los grandes empresarios y banqueros del continente llaman crisis a la reducción mínima de sus beneficios interanuales; los trabajadores europeos llamamos crisis a la falta de trabajo, al incremento de los precios y a la reducción de los salarios; los europeos hablamos de crisis cuando no llegamos a fin de mes ni podemos garantizar una vida digna para nuestras familias.

Nuestros gobernantes, en vez de dinamizar la economía y buscar soluciones al desaguisado creado por los capitalistas, creen que la mejor opción es inyectar más capital a los monstruos bancarios supranacionales. Craso error, pero comprensible. Ya lo dice nuestro refranero: “No se puede morder la mano a quien te da de comer”. No contentos con no morderle la mano, los politicastros siguen nutriendo al gran capital, repitiendo errores pasados.

Pero la farsa no acaba ahí. Ahora, para darse importancia y un toque "social", esos mismos políticos hablan de “nacionalizaciones”. Mienten. Otorgar créditos a fondo perdido a los bancos no tiene nada que ver con nacionalizar la banca. Con las medidas adoptadas, la mejoría sólo la notarán los poderosos.  La nacionalización de la banca, la auténtica, acabaría con la usura y convertiría a las entidades financieras en estructuras útiles para la sociedad.  Pero evidentemente, eso no entra en los planes de los políticos.

Es hora de apretarse el cinturón, pero también de apretar los puños y luchar contra los que han generado la crisis: los banqueros, los empresarios multimillonarios y los políticos profesionales. Son ellos los culpables, y no nos van a engañar con su demagogia.

¡NI UN EURO A LA MAFIA BANCARIA!

¡A LA MIERDA LOS POLÍTICOS!

¡A LA MIERDA LOS BANQUEROS!